

Crianza positiva y consciente. Disciplina positiva. Cómo educar a los hijos.
Ser ejemplo: Madre que deja caer los huevos
Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa
BOTICARIO
Dario Strava
9/15/20244 min leer
Cómo tus reacciones moldean a tus hijos: un ejemplo de vida real
Te cuento algo que me pasó el otro día. Estaba en la cocina, recién llegado del supermercado, cargado con bolsas hasta las cejas. Todo bien hasta que, al pasarle unos huevos a mi hija, ¡zas! Se me caen al suelo. ¿Te imaginas? Un desastre. Pues ahí estaba yo, entre risas nerviosas y el miedo a haber destrozado la cena.
Pero lo mejor de todo fue la reacción de mi hija: me miró con esa calma que sólo los niños pueden tener y me dijo, “Papá, no pasa nada, mira, los huevos siguen bien.” Aunque se habían roto, las yemas estaban intactas. Al principio no supe qué decirle, pero luego me di cuenta de algo clave. Esa respuesta tranquila no vino de la nada. Era un reflejo de lo que ella había aprendido de nosotros, sus padres.
Los niños son espejos: Es increíble cómo sin darnos cuenta, nuestros hijos van captando nuestras reacciones como pequeñas esponjas. Si cuando algo sale mal nosotros explotamos, gritamos o nos ponemos nerviosos, ellos aprenden a reaccionar igual. Pero si en vez de eso, nos tomamos un respiro, decimos “estas cosas pasan” y seguimos adelante, es probable que ellos adopten esa misma actitud. Vamos, que nuestros hijos son como una copia mejorada de nuestras actitudes… o empeorada, si no tenemos cuidado.
¿Qué harías tú en una situación similar? Vamos a ser honestos. Seguro que alguna vez te has cabreado por una tontería, ¿verdad? Yo, por ejemplo, soy de los que si se me derrama el café, me lo tomo como si el mundo se estuviera acabando. Pero lo que me pasó con los huevos me hizo reflexionar. Mi hija, en ese momento, fue más sabia que yo. Y ahí es cuando me di cuenta: lo que hacemos importa y mucho. Porque lo que tú modelas, ellos repiten. ¿Y sabes qué? Es algo que puedes aprovechar.
Criar hijos tranquilos o ansiosos, tú decides: Mira, no te digo que tengas que ser perfecto. Todos tenemos días malos, pero el truco está en cómo manejas esos momentos. Si a ti te cae el mundo encima por cada pequeño problema, tus hijos aprenderán a hacer lo mismo. Pero si les enseñas que los errores son parte de la vida, que siempre hay una solución, estás preparando a tus hijos para ser adultos más resilientes, más tranquilos. Y eso es oro puro. ¿Quién no quiere que sus hijos crezcan sabiendo que no todo es el fin del mundo?
¿Y si no cambias? A ver, no te quiero meter miedo, pero… si sigues reaccionando mal a las cosas pequeñas, estás condenando a tus hijos a hacerlo igual. Créeme, no quieres que tu hijo sea ese adulto que se desmorona porque le cancelan una cita o se le cae el móvil. La ansiedad es un monstruo y se empieza a alimentar desde casa.
Reflexión final, no subestimes el poder de tu ejemplo: En conclusión, tus hijos no sólo escuchan lo que dices, sino que aprenden de lo que haces. Es un reto, pero también una oportunidad enorme. Puedes criar niños que sepan enfrentar los problemas con calma, empatía y una sonrisa, simplemente cambiando tu enfoque.
Así que, la próxima vez que se te caiga algo al suelo, acuérdate de mi hija y de sus palabras: “No pasa nada”. Al final, de los pequeños accidentes también se puede aprender mucho.
Gracias por leer hasta aquí. Y ya sabes, ¡a vivir con calma, que tus hijos te están mirando
Consejos Resumen
Controla tu reacción inicial: Cuando algo se rompe o sale mal, antes de reaccionar automáticamente con frustración o enojo, haz una pausa de 3 segundos. Respira hondo y pregúntate: “¿Cómo quiero que mi hijo enfrente este tipo de situaciones en el futuro?” Este pequeño momento de reflexión puede cambiar el curso de la reacción.
Verbaliza la calma: Cuando enfrentes una situación estresante, dilo en voz alta de manera tranquila. Por ejemplo: “Esto es frustrante, pero no es el fin del mundo, lo resolveremos.” Al verbalizarlo, no sólo te calmas a ti mismo, sino que también les muestras a tus hijos una forma efectiva de manejar el estrés.
Practica la empatía con los errores de tus hijos: Cuando tus hijos cometan un error, como derramar algo o romper un juguete, evita regañarles de inmediato. En vez de eso, ayúdales a entender que es normal equivocarse y ofréceles una solución: “No pasa nada, todos cometemos errores. Vamos a limpiarlo juntos, ¿vale?” Esto refuerza que los errores no son un drama y que siempre hay formas de corregirlos.
Si quieres más píldoras como esta, te suscribes entrando en dariostrava.com o aquí abajo.
Solo si te suscribes ahora, recibe GRATIS las 7 claves para educar sin estrés y sin culpa
Consulta la política de privacidad aquí
Pon tu correo y te las envío👇


Educa humanizando y sin estrés