Crianza positiva y consciente. Disciplina positiva. Cómo educar a los hijos.

Rutinas: No apurar reloj, no despedida larga, decir que hacéis después

Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa

BOTICARIO

Dario Strava

9/14/20244 min leer

¿Por qué no deberías apurar el reloj hasta el último segundo?

Imagínate esto: Es lunes por la mañana. Te despiertas con el sonido del despertador justo cuando ya vas tarde. Todo es caos: la carrera por vestirte, el café que ni te da tiempo a saborear, el niño aún dormido y tú ya con el corazón a mil. Ahora intenta meter a un pequeñín en esa ecuación… ¡catástrofe total! Sí, lo sé. Todos hemos estado ahí, pero, créeme, con los niños apurar el reloj es una receta para el desastre.

El despertar tranquilo lo cambia todo: Hace poco hablé con mi amiga Ana que tiene tres niños. Me contó cómo en el pasado siempre iba a contrarreloj: despertaba a los críos con prisas, los vestía al vuelo y al final todos llegaban al cole con una nube de mal humor encima.

Pero luego hizo algo simple que cambió todo. Les daba 15 minutos extra para despertar bien, despacito, sin estrés. Como por arte de magia, los pequeños iban al cole más tranquilos, y ella... bueno, ella también dejó de sentirse como una especie de sargento gritón.

Levantar a los niños con calma es como darles un regalo matutino. Piensa en esto, a ti te encanta despertarte con tu propio ritmo, ¿verdad? Pues lo mismo pasa con ellos. El tiempo extra no solo evita el estrés (¡adiós llantos mañaneros!), sino que genera un ambiente más armonioso en casa. Y seamos sinceros, no hay nada peor que empezar el día con todos estresados, ¿no crees?

No hagas el show en la puerta del cole: Otro truco que aprendí de mi hermano Pablo –que siempre ha sido un crack en esto de la paternidad– es la despedida corta pero efectiva en el cole. Ah, esto sí que es clave. ¿Sabías que si te despides demasiado tiempo en la puerta, el niño puede pensar que te vas a quedar ahí para siempre? Los niños son listos, pero también un pelín dramáticos cuando quieren.

Si alargas la despedida con besos infinitos y miradas lánguidas, lo único que consigues es que el niño dude de si realmente vas a irte o no. Y ahí es cuando empieza el "no te vayas" o peor, ¡la llorera! Hazme caso, una despedida cariñosa pero breve funciona mejor para todos. Algo tan sencillo como un abrazo, un beso y un "te quiero" es suficiente para que el peque sepa que todo está bien y que tú volverás pronto. ¿Lo ves? No hace falta más drama.

El truco es darles algo que esperar: Y ahora viene mi truquito estrella que siempre uso con mis hijos: siempre diles algo que harán después de la escuela. Esto les da una especie de "misión". Saber que después del cole van a comerse un helado o jugar en el parque con sus amigos les llena de ilusión y lo mejor, hace que vayan al cole con una sonrisa.

Te sorprenderías de cómo un pequeño detalle como este puede hacer una gran diferencia en su actitud. No es que estés sobornando al niño, ojo, es más bien darle algo positivo en lo que pensar mientras están en clase. ¡Y a veces eso es todo lo que necesitan para pasar un buen día!

Reflexión final: En general, apurar el reloj con los niños no solo genera estrés, sino que afecta todo el ambiente familiar. Al fin y al cabo, todos queremos que nuestros hijos sean felices y crezcan en un ambiente amoroso y tranquilo. Tomarse esos minutos extra por la mañana, despedirse con calma y darles algo que esperar puede cambiar completamente la dinámica del día. Al final, como decía mi abuelo, "más vale un minuto perdido que una mañana de locos".

Así que ya sabes, la próxima vez que suene el despertador, no lo ignores. Dale a los peques el tiempo que necesitan para empezar el día con buen pie. Y si te ha servido este consejo... ¡gracias por leerme!

Consejos Resumen

Despierta a los niños 15 minutos antes de lo necesario: En lugar de esperar hasta el último segundo para levantar a los peques, ajusta el despertador 15 minutos antes de lo que sueles hacerlo. Esto les permitirá despertar despacio, sin sobresaltos, y empezar la mañana con calma. Usa ese tiempo extra para darles un abrazo, preguntarles cómo durmieron o simplemente charlar un poco mientras se desperezan. Esto reducirá el estrés para todos.

Establece un ritual de despedida corto pero cariñoso: Crea un ritual sencillo para la despedida en la puerta del cole. Un abrazo rápido, un beso y una frase como “te quiero, nos vemos luego” es suficiente. Asegúrate de no alargar demasiado este momento, ya que eso podría generar inseguridad o angustia en el niño. Lo breve y cariñoso siempre funciona mejor.

Dale algo emocionante para esperar después del cole: Cada mañana, antes de que el niño se vaya al cole, menciona algo emocionante que haréis juntos después. Puede ser ir al parque, ver su película favorita o incluso disfrutar de un helado. Esto creará una expectativa positiva que les ayudará a afrontar el día con mejor actitud, además de mantener la ilusión hasta el final de la jornada.

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