Crianza positiva y crianza consciente. Cómo educar a los hijos.

Respeta su espacio: Lucía me da la mano

Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa

BOTICARIO

Dario Strava

8/3/20243 min leer

Paseando de la mano con mi hija: Reflexiones de un padre

No sé si a ti te pasa, pero hay momentos en la vida cotidiana que te hacen pensar más allá del día a día, ¿no? El otro día, estaba paseando por la calle con mi hija, como cualquier otro día.

De repente, me coge la mano, algo que, sinceramente, no hace muy a menudo. ¡Fue como si el cielo se abriera y los ángeles cantaran! Le di un beso, pensando que sería un momento tierno

entre padre e hija.

Pero, para mi sorpresa, ella se giró y me dijo: "Papá, no quiero beso, solo quería darte la mano." La magia de los gestos sencillos: Ese pequeño gesto, tan simple, me hizo reflexionar.

¿Cuántas veces intentamos imponer nuestros propios deseos de afecto sobre nuestros hijos?

Es fácil olvidarse de que ellos también tienen sus propios deseos y límites. Como padres, nos emocionamos y queremos darles todo el cariño del mundo, pero a veces, tenemos que aprender a recibir su cariño a su manera.

En ese paseo, aprendí que la paciencia y el respeto son claves en la relación con nuestros hijos.

No podemos forzar un abrazo o un beso. Es más, hacerlo puede tener el efecto contrario, alejándolos de nosotros en lugar de acercarlos.

¿Cómo cultivar el cariño? Entonces, ¿cómo logramos esa conexión afectiva sin imponerla?

La respuesta es más sencilla de lo que parece: con el ejemplo y la constancia. Cada día, les decimos cuánto les queremos, no una, sino varias veces. Y, por supuesto, también pedimos

esos gestos de cariño, pero siempre de manera amable y respetuosa.

Piensa en esto: si tu hijo ve que tú eres cariñoso y que siempre estás dispuesto a mostrar afecto, aprenderá a hacer lo mismo.

Es como sembrar una semilla. Al principio, puede que no

veas muchos resultados, pero con el tiempo, esos pequeños gestos se convertirán en una manera natural de comunicarse.

Reflexiones finales: En general, la clave está en la paciencia y en el respeto hacia sus tiempos y deseos. Al final del día, lo que realmente importa es que nuestros hijos se sientan queridos y respetados.

No es cuestión de cuántos besos o abrazos podemos darles, sino de cómo les hacemos sentir con cada gesto.

Gracias por leer hasta aquí. Recuerda que el amor y el respeto son las bases de cualquier relación, y con nuestros hijos, aún más.

Sigue demostrando tu cariño cada día y verás cómo poco a poco, esos momentos de afecto se volverán más frecuentes y naturales.

¡Hasta la próxima! 😊

Un último dato curioso: ¿sabías que el contacto físico, como tomarse de la mano, puede reducir el estrés y la ansiedad?

Así que la próxima vez que tu hijo te tome de la mano, disfruta

de ese momento especial.

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