

Crianza positiva y crianza consciente. Cómo educar a los hijos.
Lucía no me deja darle beso de buenos días
Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva
CORREO DIARIO
Dario Strava
9/18/20243 min leer
Mira, te voy a contar algo que me pasó ayer con Lucía. Porque, seamos sinceros, estas cosas hay que compartirlas, sobre todo cuando te dejan ese sabor agridulce en la boca que solo los hijos saben cómo provocar.
A ver, que no te lo cuento para que te rías de mí (aunque sé que lo harás), sino para que veas que lo que te digo tiene sentido. Verás, ayer por la mañana, Lucía se levantó con la cara de pocos amigos que ya me daba a entender que algo no iba bien. No me engañó ni un segundo. La conoces, ¿verdad? Sabes cómo es cuando le sale ese genio que solo un padre puede amar y un extraño preferiría evitar
Pero bueno, ahí estaba yo, con mi mejor intención, acercándome despacito, como si estuviera tratando con un tigre al que no quiero despertar del todo. “Lucía, ¿te puedo dar un beso de buenos días?”, le dije con una sonrisa que casi me dolió de lo forzada. ¿Y sabes qué me soltó la señorita? “No”. Así, sin anestesia. “No quiero que tú estés aquí, quiero que esté mamá”.
¡Toma ya! En ese momento sentí como si me hubieran tirado un cubo de agua fría en plena cara. Pero aguanté el tipo, como quien está acostumbrado a lidiar con pequeñas explosiones en casa. No te digo que no doliera, porque sí, duele un poquito. Que te rechacen así y más cuando uno se esfuerza tanto, no es fácil de encajar.
Así que respiré hondo y le pregunté, tratando de entender qué demonios pasaba: “Lucía, ¿ha pasado algo?”. Y ella, con esa contundencia infantil que te deja sin palabras, me soltó: “No lo sé”. Vamos, que ni ella misma sabía por qué me estaba echando de su lado.
Ahí es cuando uno se rasca la cabeza y se pregunta si realmente alguna vez lograremos entender qué pasa por la mente de nuestros hijos. Pero, lo más curioso es lo que vino después. Ya resignado y casi en retirada, llegó mamá, con esa tranquilidad que parece magia y me dijo: “Déjala”. Y ahí me ves a mí, con el orgullo herido, pero obedeciendo, porque cuando una madre dice algo contundente, más vale seguir la corriente. Y cuando ya pensaba que el día estaba perdido… ¡zas! Lucía hizo algo que lo cambió todo gracias a que yo estuve aplicando una táctica durante todo el día para que ese maravilloso momento pudiese ocurrir. ¿Te lo puedes creer? Me dejó desarmado. Porque claro, al final, esos pequeños gestos son los que nos devuelven la vida.
Pero, ¿sabes qué es lo que realmente me hizo reflexionar sobre todo esto? Que como padres, muchas veces nos sentimos perdidos, rechazados incluso y es difícil no tomarlo personal. Pero, ¿y si te dijera que hay una manera de aprender a manejar estos momentos con más calma y menos frustración?
Aquí es donde te cuento el secreto: el Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva. Un espacio privado donde encontrarás esas pequeñas píldoras de sabiduría que te ayudarán a no perder los papeles (porque a todos nos pasa) y a entender mejor a tus hijos, aunque a veces parezca que hablan un idioma diferente.
Estos trucos y consejos diarios de 3 minutos están pensados para darte esa tranquilidad que a veces parece imposible de encontrar en medio del caos. Porque, al final del día, todos queremos lo mismo, que nuestros hijos crezcan felices, que nos busquen cuando necesitan un abrazo y que no nos olviden cuando se hagan mayores y se vayan de casa. Pero para eso hay que aprender cómo hacer que esos momentos complicados sean mucho más llevaderos.
Mañana contaré a los que estén suscritos cómo resolví esta situación de rechazo con Lucía, qué aprendizajes podemos sacar y la clave para evitar alejarlos más de nosotros.
Los que estén fuera se lo pierden.
Nos vemos dentro, ¡no te lo pierdas!
PD: La próxima vez le llevaré a Lucía su desayuno favorito y me pondré un chaleco antibalas emocional para mí. Porque, sinceramente, a veces ser padre es más peligroso que pisarle el suelo mojado a tu madre.
Te suscribes entrando en dariostrava.com o aquí abajo👇
Recibe GRATIS las 7 claves para educar sin estrés y sin culpa.
Consulta la política de privacidad aquí
Pon tu correo y te las envío 👇


Educa humanizando y sin estrés