

Crianza positiva y crianza consciente. Cómo educar a los hijos.
Leo y Lucía se pelean por la patineta
Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva
CORREO DIARIO
Dario Strava
9/19/20243 min leer
¡Tienes que escuchar lo que nos pasó el otro día en el parque! Te juro que fue una de esas tardes en las que piensas: "¿Por qué no me quedé en casa con una taza de café y una serie?" Pero claro, a los críos hay que darles cancha, que si no la casa se convierte en un campo de batalla y yo no soy un general capacitado para tanta guerra, ¿verdad?
Así que ahí estábamos, yo con mis dos terremotos y sus patinetas. Últimamente, parece que les han puesto un motor en el trasero, no paran de moverse. ¿Y sabes lo que les gusta hacer ahora? Tirarse por las cuestas del parque a toda velocidad como si fueran profesionales del skate. Cada vez que los veía, mi corazón pegaba un salto. Y es que, vamos a ser honestos, la mitad del tiempo estás esperando el desastre, aunque en el fondo te sorprende que no se partan la cabeza en dos.
Bueno, después de un rato los chavales empezaron a pillarle el truco a eso de frenar a tiempo y esquivar obstáculos. No te voy a mentir, me sentí un poco orgulloso. "Mira tú", pensé, "a lo mejor me salen atletas". Pero claro, no todo es color de rosa, porque en una de esas, mi hijo estuvo a punto de llevarse a su hermana por delante. Ella, que no sé en qué estaba pensando, se plantó en medio del camino como si quisiera probar si es inmortal o algo. ¡Menudo susto! Te digo, me dio un mini-infarto en ese momento.
Después de ese incidente, mi hija decidió que ya era suficiente de jugársela con la muerte y vino a sentarse conmigo. Yo aproveché para respirar un poco, porque entre tú y yo, ser padre es como ser un vigilante de seguridad en un concierto de rock, ¡ni un segundo de descanso! Mientras ella se recuperaba, su hermano se puso creativo. Agarró dos patinetas, una para cada pie y empezó a moverse como si estuviera surfeando el asfalto. Claro, ella no tardó ni un segundo en querer hacer lo mismo.
Aquí es donde empieza la verdadera odisea. Ella me pidió que pusiera la alarma en el móvil para que se turnaran, pero ya sabes cómo es la paciencia en los niños... prácticamente inexistente. Cuando al fin le tocó, él no quería soltar una de las patinetas. Y ahí los tienes, como dos gladiadores, empujándose para ver quién se quedaba con el control. Y justo cuando pensaba que la cosa iba a acabar en un simple forcejeo, ella le araña el brazo. ¡Y él va y la agarra del cuello! ¡Del cuello! Te lo digo, en ese momento dejé de ser un padre y me convertí en un bombero, corriendo a apagar el fuego antes de que la cosa explotara.
Y ahí estaba yo, en medio del parque, con dos niños llorando, la gente mirando, y yo pensando "¿Cómo es que nadie te avisa de estos dramas cuando decides tener hijos?". Porque, claro, a veces nos venden la paternidad como un cuento de hadas, pero la realidad es que es más parecido a un capítulo de “Supervivientes”.
Pero te digo una cosa, por muy agotador que sea, no cambiaría estos momentos por nada. Porque cada uno de estos líos es una oportunidad para enseñarles, para ayudarles a entender sus emociones y para que no acaben convirtiéndose en adultos llenos de dramas innecesarios.
Y aquí es donde entra lo que quiero contarte. Después de días como este, es cuando me doy cuenta de lo importante que es tener a mano las herramientas adecuadas para guiar a nuestros hijos.
No siempre es fácil, pero por eso he creado un espacio que te va a encantar, el Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva.
Ahí tienes pequeñas píldoras informativas que puedes consultar en esos momentos en los que sientes que la situación se te va de las manos.
Son trucos y consejos de 3 minutos que te ayudarán a mantener la calma y entender mejor a tus hijos.
Porque, seamos sinceros, nadie quiere perder los nervios ni que la casa se convierta en un campo de batalla, ¿verdad?
Así que, si estás listo para enfrentarte a esos momentos de caos con más paz y menos drama te suscribes entrando en dariostrava.com o aquí abajo👇
Créeme, tu yo del futuro (y tus hijos) te lo van a agradecer.
P.D.: Hola, soy tu yo del futuro, ¿por que leches no te has suscrito ya? se me cae el pelo por tu culpa.
Recibe GRATIS las 7 claves para educar sin estrés y sin culpa.
Consulta la política de privacidad aquí
Pon tu correo y te las envío 👇


Educa humanizando y sin estrés