

Crianza positiva y crianza consciente. Cómo educar a los hijos.
Leo sube a la oficina y me pide un abrazo
Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva
CORREO DIARIO
Dario Strava
9/14/20242 min leer
Tengo que contarte algo que me pasó el otro día, es de esas cosas que te dejan pensando y te salva el día.
Estaba en plena videollamada con un cliente, ya sabes, en ese momento en el que tienes que parecer súper profesional, porque claro, el cliente es importante y bla, bla, bla.
De repente, mi hijo Leo irrumpe en la habitación como un tornado con una sonrisa que podría iluminar una ciudad entera. “¡Papá, papá! ¡Mira qué juego más chulo me he descargado!”, me dice, mientras sostiene su teléfono como si hubiera descubierto el Santo Grial. Yo, en plan multitarea, le sonrío y le hago el clásico gesto de “un minuto”. Y él, con su energía inagotable, se va corriendo.
Pero ahí no termina la cosa. Minutos después, vuelve a entrar, pero esta vez con una mirada que decía “esto es importante”. Se planta delante de mí y dice: “Papá, papá, quiero un abrazo”. ¿Cómo le dices que no a eso?
En ese instante me olvidé de la videollamada, el cliente y el mundo. Me levanté, lo abracé y en ese momento me di cuenta de algo que nunca te dicen, esos pequeños momentos, esos abrazos inesperados son los que realmente cuentan.
Pasé el resto del día pensando en cómo a veces dejamos que el trabajo, las responsabilidades y la vida misma nos alejen de lo más importante.
¿Cuántas veces nos perdemos en el caos diario y olvidamos detenernos a disfrutar de esos pequeños momentos con nuestros hijos?
Reflexioné sobre lo que realmente importa y decidí ajustar mi agenda, porque ser el héroe de Leo es mucho más valioso que cualquier contrato que pueda cerrar. Y aquí viene lo interesante, me di cuenta de que necesitamos un espacio, un lugar donde podamos recordar estas lecciones simples pero poderosas.
Y es aquí donde entra el Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva, se trata de pequeñas píldoras de sabiduría, historias de 3 minutos que te ayudarán a entender y conectar mejor con tus hijos.
Es como tener un pequeño recordatorio diario de lo que realmente importa como esos momentos de conexión, esos abrazos, esas risas.
Si alguna vez has sentido que necesitas un pequeño empujón para recordar lo que realmente importa en la vida, te suscribes aquí abajo.
Estarás más cerca de ser el padre que siempre quisiste ser, el que se toma un momento para abrazar a su hijo, incluso en medio del caos.
Esos momentos valen más que cualquier logro profesional.
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