Crianza positiva y consciente. Disciplina positiva. Cómo educar a los hijos.

Desarrollar habilidades: Tienen que hacer las cosas por ellos mismos

Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa

BOTICARIO

Dario Strava

9/4/20244 min leer

El día que no recogí el lápiz: Una reflexión sobre la independencia infantil

Hace un tiempo, estaba en una de esas tardes tranquilas en casa, con el ruido de fondo de los dibujos animados y el olor a café recién hecho llenando la sala. Todo era paz y tranquilidad... hasta que el “incidente del lápiz” ocurrió.

Estaba sentado, sumido en mis pensamientos, cuando de repente mi hija dejó caer su lápiz y su libreta al suelo. Como padre, es automático que uno salte para ayudar, ¿verdad? Pues no, no esta vez. Ella, con ese tonito que solo los niños pueden lograr, empezó con un "eh, eh" para que yo se lo recogiera. Y sí, lo admito, por un segundo estuve a punto de agacharme. Pero entonces pensé: "Espera, ¿y si hoy le enseño algo diferente?"

Así que, en lugar de ceder, agarré la libreta, la puse en el suelo justo a su lado, y le dije: "Cógela tú." ¿Y cuál fue su reacción? Un grito desgarrador, como si le hubiese pedido que escalara el Everest. "¡Así no se hace!", me gritó, con esa furia infantil que parece desproporcionada pero que en realidad es pura frustración.

Finalmente, decidí que lo mejor era calmarla. La cogí, la senté en mi regazo y empecé a contarle una historia, una de esas que tanto le gustan. Poco a poco, sus gritos se convirtieron en sollozos, y luego en suspiros. Cuando se calmó, me miró con esos ojitos llenos de lágrimas y me dijo: “Lo siento, papi. Voy a intentarlo”.

Se bajó de mi regazo, recogió el lápiz y la libreta y me los entregó como si fuera su mayor logro. La abracé y le dije que estaba muy orgulloso de ella. Fue un momento pequeño, pero lleno de emociones. Al final, ambos aprendimos algo, y eso es lo que hace que ser padres sea una aventura maravillosa.

La lección detrás del lápiz: Lo que podría parecer un acto de crueldad paternal (¿quién se niega a recogerle algo a su hijo?) tiene un propósito mucho más profundo. En ese momento, lo único que mi hija veía era que papá no estaba siendo “amable”. Pero lo que yo veía era una oportunidad dorada para enseñarle algo sobre independencia. Los niños necesitan ser independientes y esto no se consigue de la noche a la mañana. Es como cuando uno quiere enseñar a un niño a andar en bicicleta: primero le pones ruedines, luego le sostienes mientras pedalea y finalmente lo sueltas, aunque tengas el corazón en un puño pensando que puede caerse. Pero, ¿y si no se cae? ¿Y si pedalea solo y al final del día te mira con esa sonrisa de "¡lo logré!"?

Es lo mismo con las pequeñas tareas del día a día, como recoger un lápiz. Si siempre estamos ahí para hacerles todo, ¿cuándo van a aprender a hacerlo por ellos mismos? Y, peor aún, ¿cómo van a enfrentarse a los desafíos más grandes que la vida les lanzará en el futuro?

La tentación de ceder: Ahora, no voy a mentir. Hay días en los que la paciencia está por los suelos y recoger el lápiz parece la opción más fácil. Pero la cuestión es que, cada vez que cedemos a esa tentación, les estamos robando una pequeña oportunidad de aprender y crecer. Y no, no estoy diciendo que dejemos de ser padres amorosos. Se trata de encontrar un equilibrio entre estar ahí para ellos y permitirles que se enfrenten a sus propios desafíos.

Es un tira y afloja constante. Como cuando les enseñamos a atarse los zapatos por primera vez. Sí, podríamos hacerlo por ellos y salir más rápido de casa. Pero, ¿qué pasará el día que no estemos? Necesitan aprender, aunque eso signifique llegar un par de minutos tarde.

En general... No siempre es fácil decir "no" o empujarles a hacer cosas por su cuenta. Pero cada vez que lo hacemos, les estamos dando una lección de vida: la importancia de la independencia. Así que la próxima vez que un lápiz caiga al suelo, piensa dos veces antes de recogerlo. Puede que sea el primer paso hacia un futuro más seguro y autónomo para tu hijo.

Y si llegaste hasta aquí, gracias por leer. Recuerda: ¡deja que ellos también recojan sus lápices de vez en cuando! ;)

Consejos Resumen

Deja que resuelvan pequeños problemas por sí mismos: Si tu hijo se enfrenta a un problema simple, como atarse los zapatos o buscar una prenda de ropa, resiste la tentación de ayudar inmediatamente. En su lugar, guíale con preguntas como "¿Cómo crees que podrías resolverlo?" o "¿Qué harías si yo no estuviera aquí?". Esto le enseña a pensar por sí mismo y a desarrollar habilidades para resolver problemas.

Establece tareas domésticas adecuadas a su edad: Asigna pequeñas responsabilidades en casa, como poner la mesa, recoger sus juguetes o hacer su cama. Estas tareas, aunque parezcan simples, le ayudarán a sentirse útil y capaz, reforzando su sentido de responsabilidad e independencia.

Sé consistente y paciente: Es importante ser consistente en tu enfoque. Si decides que tu hijo debe recoger algo que ha tirado, mantente firme aunque proteste. La consistencia le muestra que debe asumir la responsabilidad de sus acciones. Recuerda también ser paciente, ya que este proceso lleva tiempo y requiere repetición y refuerzo positivo.

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