

Cómo educar a los hijos. Crianza positiva y consciente.
Desarrollar habilidades
Desarrollar habilidades: No te comas la personalidad de tu hijo, déjale decidir
Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa
BOTICARIO
Dario Strava
9/20/20244 min leer
¡Deja que tu hijo decida y viva feliz!
Te voy a contar una cosa, pero no me malinterpretes, ¿vale? Hace unos años, estaba en casa con mi hijo, lo típico, un sábado por la mañana y teníamos que salir en coche. Pues resulta que, como cualquier niño quiso llevarse un juguete. Nada fuera de lo normal. Ahí es donde la fastidié… Me lancé con un “No, ese no, mejor este otro”. Total, me dio un berrinche por dentro porque lo veía incómodo para el coche y quise meterme a controlar la situación. Y ahí mismo me di cuenta de que algo andaba mal. Estaba quitándole la oportunidad de decidir por sí mismo.
¿Qué estamos haciendo cuando cohibimos a nuestros hijos? Te imaginas qué pasa cuando constantemente hacemos esto, ¿verdad? Cuando les quitamos a nuestros hijos la capacidad de elegir, incluso en pequeñas cosas como qué juguete llevar al coche o con qué amigos quedar el fin de semana. Pues mira, no es solo un “Oh, no, mamá/papá me eligió esto y no lo que quería”. No, es mucho más profundo. Estamos diciéndoles sin querer, que sus decisiones no valen, que lo que importa es lo que nosotros como padres creemos que es mejor.
¿Y qué pasa entonces? Que al final tu peque va a acabar preguntándose siempre: “¿Qué querría mamá/papá que hiciera?” en lugar de desarrollar su propio criterio. Es decir, acabas creando un niño que busca agradar o peor aún, que vive con miedo de hacerte enfadar, y nadie quiere eso, ¿verdad?
La importancia de dejarles elegir: Mira, te voy a ser honesto. No soy perfecto ni mucho menos. Y, al principio, dejar que mi hijo decidiera cosas me daba miedo. Pensaba, “Se va a equivocar”, “¿Y si elige mal?”. Pero al final, ¿no es así como todos aprendemos? Decidiendo, fallando a veces, y volviendo a intentarlo. Los niños no son la excepción. De hecho, son los mejores aprendiendo de sus errores porque son auténticos y no tienen miedo a equivocarse. Pero si siempre estamos ahí guiando hasta el último detalle, les estamos robando ese poder de aprender por sí mismos.
Un ejemplo: ¿alguna vez has visto a tu hijo queriendo ponerse ese jersey que no combina ni por asomo con los pantalones que eligió? Es tentador decir “Eso no queda bien, mejor ponte esto otro”. Pero si les dejamos experimentar, ¿qué es lo peor que puede pasar? Que vayan un día a la escuela con un conjunto loco. Pero ¿y qué? Es su elección, su identidad en proceso de formarse.
El miedo a que se equivoquen: Ahora seamos sinceros, una de las razones por las que no dejamos que tomen decisiones es nuestro propio miedo. ¿Y si eligen mal? ¿Y si eso tiene consecuencias? Pero amigo, amiga, ese miedo es nuestro, no de ellos. Y si queremos que crezcan siendo personas seguras, autónomas y con criterio, tenemos que aprender a soltar ese control.
Yo solía pensar que si no intervenía, iba a acabar criando a un pequeño rebelde sin rumbo. Pero al final, cuando empecé a dejarle tomar sus propias decisiones, aunque fueran pequeñas, vi algo increíble: mi hijo estaba más contento y más seguro de sí mismo. Y para mi sorpresa, muchas veces sus decisiones no eran tan malas como yo creía.
¿Qué consigues tú y qué consiguen ellos? La clave aquí es simple, les das las herramientas para que desarrollen su propia personalidad. Cuando dejamos que elijan por sí mismos, cuando no imponemos nuestra autoridad constantemente, ellos empiezan a conocerse mejor, a saber qué les gusta y qué no, a tener criterio. Y eso, créeme, es oro. No solo para ellos, sino para ti como padre o madre. Porque verás cómo se van convirtiendo en personas seguras, con confianza y capaces de tomar decisiones.
Y tú, ¿qué ganas? Bueno, para empezar, te quitas de encima la presión de tener que estar siempre controlando todo. Es agotador, ¿no crees? Además, evitas ese dolor de ver a tu hijo apagado, buscando solo agradarte o evitando hacerte enfadar.
Finalmente: En conclusión, cuando dejas a tu hijo tomar sus propias decisiones, le estás regalando la oportunidad de descubrir quién es realmente. Y créeme, no hay mejor regalo que ese. Así que la próxima vez que quiera elegir qué juguete llevar en el coche o con qué amigos quedar, respira profundo y dile: “Adelante”. A largo plazo, verás que esa pequeña decisión hará una gran diferencia en su vida.
¡Gracias por leer hasta aquí! Y recuerda: “Un niño que elige, es un niño que crece”.
Consejos Resumen
Deja que elijan su ropa, aunque no combine: Por muy tentador que sea corregir su elección de atuendo, déjales salir con ese conjunto loco de colores. ¿Qué más da? Les ayuda a expresar su individualidad y a sentir que tienen control sobre algo. Eso sí, ofrece opciones si es necesario, pero deja que ellos decidan.
Dale dos opciones y respeta su decisión: Si ves que tu hijo está algo perdido o que puede tomar una decisión con consecuencias que no está preparado para gestionar, dale un par de opciones cerradas. Por ejemplo: “¿Prefieres ir al parque o a la piscina?” Así, ellos sienten que están eligiendo, pero dentro de un marco seguro.
Permite que se equivoquen y hablad sobre ello después: Cuando tomen una decisión que no salga como esperaban, en lugar de decir “Te lo dije”, convierte el error en una lección. Pregúntales cómo se sienten al respecto y qué harían diferente la próxima vez. Esto refuerza su capacidad de análisis y autoaprendizaje.
Haz que participen en las decisiones familiares pequeñas: Si vais a hacer una actividad en familia, como elegir qué película ver o qué cenar, pregúntale su opinión. Esto le hará sentir que su voz importa en las decisiones cotidianas, fortaleciendo su autoestima.
Si quieres más píldoras como esta, te suscribes entrando en dariostrava.com o aquí abajo.
Solo si te suscribes ahora, recibe GRATIS las 7 claves para educar sin estrés y sin culpa
Consulta la política de privacidad aquí
Pon tu correo y te las envío👇


Educa familias sin estrés y sin culpa