Crianza positiva y consciente. Disciplina positiva. Cómo educar a los hijos.

Desarrollar habilidades: Centrarse en habilidades, no debilidades

Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa

BOTICARIO

Dario Strava

8/12/20244 min leer

Desarrolla las habilidades, no las debilidades: Una lección de vida

Hace poco, tuve una conversación con la profesora de mi hijo que me dejó pensando. Resulta que, a pesar de que el chaval aprueba matemáticas, le cuesta horrores. Y cuando digo horrores, me refiero a que las tardes en casa se han convertido en un campo de batalla con problemas de álgebra volando por los aires. La profesora, con buena intención, me sugirió que le apuntara a clases de refuerzo para mejorar. Pero, claro, me pregunto yo, ¿es eso lo que realmente necesita?

La trampa de insistir en lo que no se te da bien: Imagina que te pido correr una maratón,

pero resulta que nunca has sido bueno corriendo. ¿Qué sentido tiene que te haga entrenar horas y horas si al final del día, correr nunca va a ser tu fuerte? Con mi hijo pasa lo mismo. No es que sea un negado, simplemente, las matemáticas no son su pasión ni su fuerte. Pero cuando se pone a jugar al fútbol, se transforma, tiene un brillo en los ojos que no se ve cuando está rodeado de números.

La cuestión aquí es ¿por qué insistimos tanto en corregir lo que se nos da mal? Es como si creyéramos que, a base de machaque, vamos a convertirnos en expertos en algo que, por naturaleza, no se nos da bien. Y lo peor de todo, es que mientras gastamos tiempo y energía en esto, estamos dejando de lado esas cosas en las que realmente podríamos destacar.

Dale alas a lo que te apasiona: Recuerdo a un amigo mío que, desde pequeño, tenía una facilidad impresionante para contar historias. Sin embargo, sus padres siempre estaban más preocupados porque mejorara en matemáticas y ciencias. Le metieron en clases particulares, le machacaron con deberes extra… ¿El resultado? Acabó odiando el colegio. Al final, cuando tuvo la oportunidad de seguir su propio camino, se convirtió en escritor. Es un crack contando historias, pero le costó años sacarse de encima la losa de sentir que era un “fracaso” en los estudios.

La lección aquí es clara: si algo te apasiona y se te da bien, eso es lo que debes cultivar. En lugar de forzar a mi hijo a ser mejor en matemáticas, ¿por qué no invertir ese tiempo en mejorar su técnica en fútbol? Quizás no sea el próximo Messi, pero si se le da bien, ¡quién sabe a dónde podría llegar! ¿Qué consigues centrándote en tus fortalezas? Cuando te concentras en tus habilidades, no solo mejoras en algo que ya se te da bien, sino que te sientes más motivado, más feliz. Es como si te dieran un impulso extra para seguir adelante. Al final del día, es mucho más probable que encuentres tu camino en la vida a través de lo que te apasiona que luchando contra lo que no se te da.

Y no se trata de tirar la toalla con las matemáticas (o cualquier otra cosa que se te resista). Claro que es importante tener unos conocimientos básicos. Pero, ¿realmente es necesario ser un experto en todo? La clave está en equilibrar. Dale la importancia justa a lo que se te atraganta y enfócate en potenciar lo que te hace brillar.

Finalmente, un consejo sincero: Si tienes hijos, amigos, o incluso para ti mismo, piensa en esto: ¿en qué eres realmente bueno? ¿Qué es lo que te hace sentir vivo? Si lo encuentras, no lo sueltes. Apuesta por eso y dedícale tiempo. Porque al final del día, ser mediocre en todo no es un camino hacia la felicidad. Es mucho más valioso ser excepcional en algo que realmente te apasiona.

Gracias por leer hasta aquí. Espero que encuentres ese “algo” que te haga destacar y no pierdas el tiempo intentando ser lo que no eres. Como decía mi abuela, “¡a lo hecho, pecho!”, pero siempre con una sonrisa.

Cuídate, y que tengas un día genial.

Consejos resumen

Enfoca en lo positivo: Fomenta las habilidades y pasiones naturales de tu hijo, en lugar de insistir en mejorar sus debilidades. Esto construye confianza y alegría.

Haz que el aprendizaje sea divertido: Conecta temas difíciles, como las matemáticas, con actividades que le gusten, como juegos o deportes, para que el proceso sea más atractivo y menos frustrante.

Escucha y apoya: Escucha las necesidades y deseos de tu hijo. Apóyalo en lo que realmente le apasiona, y dale espacio para explorar sus intereses. Esto fortalecerá vuestra relación y su autoestima.

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