

Crianza positiva y crianza consciente. Cómo educar a los hijos.
Dejar que los niños se aburran
Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva
CORREO DIARIO
Dario Strava
9/4/20243 min leer
Déjame contarte algo que te va a hacer ver los sábados de una manera completamente nueva. ¿Te acuerdas de ese momento en que te sentiste completamente perdido con tus hijos? Como si todo se estuviera desmoronando y no pudieras hacer nada bien.
Imagínate un caluroso sábado por la tarde, como esos en los que el sol parece tener un pacto con el aburrimiento. Elena, una madre como tantas, estaba a punto de rendirse. Tres hijos, una montaña de demandas y un interminable "mamá, estoy aburrido". ¡Qué dolor de cabeza! Si alguna vez te has sentido así, te juro que no estás solo.
Pero Elena decidió hacer algo que lo cambió todo y propició que una tarde desastrosa se convirtiese en algo maravilloso. Se le iluminó la bombilla cuando recordó un consejo que había aprendido y no pudo sentirse más agradecida por ello.
En medio de este caos, Diego, inspirado por lo que le dijo su madre, decidió transformar el día en algo épico. Vio una vieja caja de cartón y, con una chispa de genio infantil, proclamó que era un cohete espacial. De ahí en adelante, la sala se convirtió en la nave estelar más alocada del universo.
Sofía y Lucas, que al principio estaban más aburridos que una piedra en el desierto, se sumaron con entusiasmo a la misión intergaláctica. ¿Te imaginas? De estar al borde de una crisis de aburrimiento, pasaron a ser los intrépidos astronautas de la nave más rápida de la galaxia.
Agarraron unos lápices de colores que estaban tirados por ahí, y empezaron a llenar la caja con estrellas, planetas, y hasta algunos alienígenas que, según Sofía, vivían en el borde del universo. La caja dejó de ser una simple caja; se convirtió en una obra maestra digna de un museo del espacio... o al menos eso pensaban ellos.
Diego, como todo buen comandante, decidió que la nave necesitaba un campo de entrenamiento antes de lanzarse al espacio exterior. Así que, ni corto ni perezoso, comenzó a esparcir almohadas y cojines por toda la sala, creando un campo de asteroides que los valientes astronautas tendrían que atravesar. Sofía, con su casco imaginario, se lanzó de cabeza entre los “asteroides” como si su vida dependiera de ello, mientras Lucas seguía sus pasos, riendo a carcajadas cada vez que uno de los cojines “impactaba” contra el cohete.
La diversión estaba en su punto álgido cuando, de repente, Lucas, en un ataque de entusiasmo desbordado, decidió que el cohete necesitaba un poco más de “emoción”.
Agarró la jarra de zumo que Elena había dejado en la mesa y antes de que alguien pudiera detenerlo, la volcó sobre la alfombra. ¡Boom! La sala, que ya parecía una zona de guerra estelar, ahora tenía su propia tormenta de jugo.
Elena, que desde la cocina lo había visto todo con una mezcla de asombro y resignación, se preparó para el grito de “¡mira lo que has hecho!”. Pero no, lo que vino fue algo completamente inesperado.
Se acordó de algo que había aprendido en el Acompañamiento y Boticario de Dario Strava y decidió aplicarlo. Esa estrategia le permitió a Elena pasar de en un principio querer llorar al ver la alfombra empapada, a tomárselo de otra forma completamente diferente y mucho mejor para ella y sus hijos.
Aplicar lo que había aprendido también permitió que sus hijos siguiesen jugando y no estropear una tarde épica. Aquella tarde, que prometía ser una batalla campal contra el aburrimiento, se había convertido en una de las más memorables de su vida como madre.
No fue por un juguete caro, ni por una actividad perfectamente planificada. Fue por una simple caja de cartón, un poco de imaginación y la magia de dejar que los niños sean niños, sabiendo como afrontar cada situación complicada que se presentaba.
¿Cómo transformar esos momentos de caos en oportunidades para conectar y disfrutar con tus hijos? Leyendo píldoras de 3 minutos para aprenderlo. Lo consigues aquí abajo: Acompañamiento y Boticario de Crianza Positiva. 9,90 €/mes.
En el artículo de mañana contaré:
Lo que hizo Elena y que tú puedes replicar para evitar perder con tu hijo esos momentos tan especiales de muchísima calidad.
Cómo conseguir más tardes especiales inolvidables.
Evitar arrepentirte cuando sean mayores pensando "¿por qué no lo hice más?"
¡Los que estén fuera se lo pierden!
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