

Crianza positiva y consciente. Disciplina positiva. Cómo educar a los hijos.
Comunicación: Niña en el parque provoca a Lucía
Cómo educar a los hijos con crianza positiva y respetuosa
BOTICARIO
Dario Strava
9/11/20244 min leer
El columpio de las lecciones: cómo enseñar a tu hija a no caer en la trampa de las provocaciones
¡Vaya tarde la que pasamos en el parque! Estábamos Lucía y yo disfrutando del solecito, ya sabes, ese calorcito de septiembre que te da la sensación de que el verano se resiste a irse del todo. Justo cuando Lucía, con esos ojitos brillantes de emoción, me dice: “Papá, quiero montarme en el columpio”.
Hasta aquí todo normal, ¿no? Pero de repente, como salida de una película de comedia de enredos, aparece una niña que parece haber oído nuestros pensamientos y, sin previo aviso, se lanza como un rayo hacia el columpio. ¡Sí, así tal cual! Se sube y su madre, en lugar de decirle algo o intentar mediar, se pone a empujarla como si no hubiera pasado nada.
Te puedes imaginar mi cara, ¿no? Entre incredulidad y ganas de reírme por lo absurdo del momento. Pero lo que vino después fue aún mejor…
Una lección de elegancia en medio del juego: Justo cuando conseguimos otro columpio para Lucía, la niña del primer columpio decide que no ha tenido suficiente y se pone a molestar. “El columpio es para niñas pequeñas”, dice con un tono que, si bien era infantil, no dejaba de tener ese toquecito de provocación. Y ahí, su madre, que seguía a su lado como si tal cosa, ni pestañeó.
Mira, en ese momento, cualquier otro podría haberle dicho cuatro cosas a la madre, ¿verdad? Pero yo decidí aprovechar la situación para enseñarle a Lucía algo más valioso que cualquier discusión. Me agaché a su altura y le dije: “Lucía, cuando alguien te dice tonterías, no hace falta que contestes. Ignóralo, como si no lo hubieras oído, y ya verás cómo se aburren y te dejan en paz”.
No te voy a mentir, fue mi manera sutil de decirle a la madre que lo que estaba haciendo no era precisamente lo mejor para su hija. Pero lo más importante fue la enseñanza que le di a Lucía. Porque, vamos a ser realistas, todos nos encontraremos con personas que intentarán sacarnos de quicio solo para divertirse. Y si reaccionamos, les damos justo lo que quieren.
Cómo destruyes las habilidades sociales de tu hijo si no le corriges: Cuando no enseñas a tu hija a ser amable y a respetar a los demás, como hizo esa madre en el parque, no solo le fallas como modelo a seguir, sino que también le arrebatas la oportunidad de desarrollar habilidades sociales fundamentales. Ignorar los malos comportamientos y no corregir la falta de respeto siembra en ella la idea de que es aceptable atropellar los sentimientos de otros para obtener lo que quiere.
Con el tiempo, esto puede hacer que sus relaciones se basen en la manipulación y la falta de consideración, alejándola de amistades genuinas y peor aún, limitando su capacidad para formar vínculos sanos y duraderos. No solo se arriesga a ser rechazada por sus iguales, sino que también puede perder la habilidad de conectar de manera auténtica, lo que podría dejarla aislada emocionalmente en su vida adulta.
Reflexión para padres: la sabiduría de no reaccionar: Este pequeño incidente me dejó pensando. ¿Cuántas veces caemos en la trampa de las provocaciones? A veces, sin darnos cuenta, respondemos a lo que no merece ni un segundo de nuestra atención. ¿Y sabes qué? Ahí perdemos. No es solo una cuestión de orgullo; es que al responder, nos enredamos en una espiral de negatividad de la que es difícil salir.
Por eso, creo que es fundamental enseñar a nuestros hijos, desde pequeños, a no dar importancia a las palabras vacías. Es una habilidad que les servirá no solo en el parque, sino en la vida. Porque, al final del día, el que no reacciona es el que tiene el control. Y eso, mi amigo, es un superpoder.
En conclusión: la tranquilidad es el mejor escudo. Finalmente, si algo me queda claro después de lo que pasó en el parque, es que la tranquilidad es el mejor escudo que podemos enseñarles a nuestros hijos. La próxima vez que te encuentres en una situación parecida, recuerda esto: no reaccionar es una decisión poderosa. Y, como padres, debemos ser los primeros en modelar ese comportamiento.
Gracias por leer, y ya sabes, la próxima vez que alguien intente sacarte de tus casillas… ¡haz como que no oyes nada!
¡Hasta la próxima, y recuerda que la tranquilidad es el mejor superpoder!
Consejos Resumen
Establece límites claros desde el principio: Enséñale a tu hijo a reconocer cuándo alguien está intentando provocarlo. Explícale que tiene el poder de decidir si responde o no. Una buena frase que pueden aprender juntos es: “No tengo que reaccionar a todo lo que me dicen”. Esto le ayudará a mantener la calma y a no caer en provocaciones innecesarias.
Practica la técnica del "silencio poderoso": Haz ejercicios en casa donde tú intentes molestarle o provocarle suavemente (siempre en un ambiente seguro y con cariño) y que él practique ignorarte o responder con calma. Esto le prepara para situaciones reales y le da herramientas para lidiar con comentarios desagradables sin perder los nervios.
Refuerza el comportamiento positivo: Cada vez que tu hijo maneje bien una situación de provocación, refuérzalo con palabras de aliento. Puedes decirle: “¡Estoy orgulloso de ti por cómo manejaste eso!” o “Viste cómo no reaccionar hizo que se aburriera y se fuera, ¡bien hecho!”. Este refuerzo positivo consolidará el aprendizaje y le dará más confianza en sus habilidades para el futuro.
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